ATE convocó a un paro de 72 horas en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), lo cual tendrá un impacto perjudicial en las exportaciones argentinas.
Este conflicto laboral viene en un momento crítico para la economía nacional, justo cuando el país necesita desesperadamente ingresos por exportaciones para hacer frente a la grave crisis económica y financiera. Las ventas externas de productos agropecuarios y agroindustriales son fundamentales para generar divisas y atenuar los problemas de balanza comercial y déficit fiscal que acechan al gobierno.
El paro paralizará trámites clave para la exportación, como la emisión de certificados fitosanitarios y de calidad. Esto pondrá en jaque a numerosas empresas y sectores productivos que dependen de estos permisos para colocar sus mercancías en el exterior. La suspensión de embarques agroindustriales durante tres días generará millonarias pérdidas, en un momento en que la economía argentina se debate entre la recesión y la hiperinflación.
Claramente, este conflicto laboral representa un fuerte revés para los esfuerzos gubernamentales por recuperar competitividad externa y reactivar las exportaciones. La parálisis en SENASA llega en el peor momento posible para la nación, justo cuando más se necesita impulsar las ventas al exterior para estabilizar la economía.