El presidente Javier Milei está decidido a mantener el equilibrio fiscal a toda costa, y su equipo insiste en que no dudará en asumir el costo político necesario para mantener el superávit que presentó como eje central de su gestión, el cual, según su percepción, ahora se ve nuevamente amenazado por un proyecto que avanza en el Congreso.
Si bien aún no hay una convocatoria formal a sesionar en el Senado, gran parte de la oposición confía en que mañana se votará en el recinto el Financiamiento Educativo Universitario, que ya tiene media sanción de Diputados. De aprobarse en la Cámara alta, la medida impulsada por la UCR se convertirá en ley, estableciendo que el presupuesto para las universidades en 2024 acompañe la variación del IPC.
Además, el texto encomienda al Poder Ejecutivo recomponer los salarios docentes y no docentes del sistema universitario nacional entre diciembre y la sanción de la ley, según la inflación informada por el INDEC.
Sin embargo, en la Casa Rosada advierten que el proyecto afectaría las cuentas del Estado, al demandar un desembolso no previsto de alrededor del 0,14% del PIB, equivalente al 6% del Presupuesto actual. Por ello, las autoridades buscan evitar la discusión del texto y dudan de que se convoque a una sesión especial. No obstante, anticipan que si se aprueba, Milei vetará la norma si no se puede pagar.
