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San Miguel de Tucumán

El Gobierno Nacional heredó el presupuesto más bajo en la historia de la SIDE

El Decreto de Necesidad y Urgencia del Gobierno intentó mitigar una situación crítica

En un contexto de crisis económica, déficit fiscal y despilfarro de los recursos públicos, el Sistema de Inteligencia ha enfrentado a lo largo de los últimos 30 años una disminución crítica en su financiamiento que ha puesto en peligro la seguridad nacional de los argentinos.

El presupuesto destinado a la SIDE ha sido un reflejo de las prioridades de cada gobierno argentino desde 1991, modificándose considerablemente con el cambio de mandatos.

En los últimos años, se ha producido una drástica reducción en los recursos asignados al organismo, lo que ha llevado a su desfinanciación total y a uno de sus momentos más críticos en cuanto a capacidades operativas.

Históricamente, desde la reforma de la Ley de Seguridad Interior en 1991, las agencias de inteligencia en Argentina han recibido un financiamiento promedio de aproximadamente 135 millones de dólares anuales.

Durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, el presupuesto fue aumentando progresivamente, especialmente luego de los atentados iraníes en el país, alcanzando picos cercanos a los 300 millones de dólares anuales en la década de los ’90.

La situación de la Inteligencia en Argentina experimentó cambios significativos a partir del 2001, con una reducción drástica en su financiamiento durante el gobierno de Fernando de la Rúa.

Posteriormente, bajo los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, el presupuesto de la SIDE se recuperó levemente, pero nunca alcanzó niveles similares a los de la era de Menem. Durante estos años, se creó una «SIDE paralela» cuyo presupuesto no se conoce, pero que se estima en torno a los 130 millones de dólares.

Durante el gobierno de Mauricio Macri, el presupuesto de la SIDE (luego convertida en AFI) se redujo drásticamente, pasando de 98 millones de dólares en 2016 a solo 56 millones en su último año de mandato.

Esta cifra representaba casi la mitad de lo que había heredado del kirchnerismo. La situación empeoró aún más con la llegada de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, quienes llevaron a cabo la mayor reducción de recursos en la historia de la SIDE.

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