Pedro Sánchez fue reelecto como presidente de España tras un polémico pacto

En una votación parlamentaria, el presidente en funciones del gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró un nuevo mandato, logrando el respaldo de la mayoría de los diputados. Tras cuatro meses de bloqueo desde las elecciones generales, Sánchez continuará liderando un país dividido por su controvertida decisión de otorgar una ley de amnistía a los independentistas catalanes a cambio de su apoyo.

La votación, precedida por casi dos días de debates, se centró en el pacto de amnistía a los separatistas catalanes, aceptado por Sánchez para obtener su crucial respaldo y ser reelegido como presidente del gobierno. Contando con el apoyo de seis partidos más pequeños, Sánchez superó la mayoría absoluta necesaria, permitiéndole formar un gobierno de coalición en minoría con el grupo de izquierdas Sumar.

Las elecciones nacionales de julio dejaron un parlamento fragmentado, y aunque el Partido Popular (PP) fue el más votado, no logró apoyo suficiente para formar un gobierno. Los socialistas obtuvieron el respaldo de 179 legisladores tras acuerdos, consolidándose como la segunda fuerza con 121 escaños en la cámara de 350 asientos.

La amnistía acordada con dos partidos separatistas catalanes generó controversia, eximiendo a independentistas con causas judiciales. Pese a las discrepancias, los partidos catalanes y vascos condicionaron su apoyo a Sánchez al cumplimiento de acuerdos económicos y políticos.

Sánchez defendió la amnistía como medida para cerrar heridas de la crisis de 2017, buscando garantizar la unidad de España mediante diálogo y perdón. La propuesta ha sido criticada por la justicia española, y la Unión Europea la está revisando.

El PP acusa al PSOE de buscar mantenerse en el poder a toda costa, advirtiendo sobre posibles consecuencias ante la UE. A pesar de las protestas y el rechazo mayoritario de los españoles, Sánchez logró la reelección y deberá enfrentar el desafío de mantener el respaldo durante su gestión.