Política
Los millones que tiene que invertir el oficialismo para reimprimir sus boletas


La lista oficial del Frente de Todos (FdT) y sus aliados enfrentan un desafío logístico y financiero importante para reimprimir las boletas con la fórmula Osvaldo Jaldo – Miguel Acevedo, a menos de un mes de las elecciones del 11 de junio.
La Junta Electoral Provincial (JEP) determinó que el partido gobernante es el único que debe renovar sus boletas, después del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) y la renuncia de Juan Manzur a su postulación como vicegobernador.
Esto significa un trastorno para los candidatos y apoderados del justicialismo, ya que deben asegurarse de tener suficientes boletas para distribuir antes de las elecciones y también para colocar en los lugares de votación el día de la elección.
La resolución de la JEP no se aplica a los partidos de la oposición, ya que sus boletas se considerarán válidas a pesar de tener la fecha del 14 de mayo de 2023.
En el oficialismo, todos los armados se verán afectados por esta medida, aunque en diferentes grados, según explicaron líderes consultados por LA GACETA.
Por ejemplo, una coalición peronista considerada “fuerte” en la Capital puede necesitar hasta tres millones de votos para las elecciones, mientras que una lista con menos recursos puede intentar conseguir una banca con alrededor de 500.000 boletas.
El primer desafío es asegurarse la provisión de boletas, lo cual implica encontrar una imprenta que tenga suficiente papel diario u obra de 55 a 65 gramos. Además de las dificultades habituales para obtener este insumo a nivel local, hay otros factores coyunturales, como la reciente impresión de millones de boletas para el 14 de mayo y la proximidad de hasta tres elecciones nacionales (las PASO, las generales y, en caso necesario, el balotaje).
La producción de las boletas no es un proceso que se pueda completar en pocas horas. Según un empresario del rubro, utilizando máquinas de alta capacidad de impresión y corte, se puede tardar entre dos y tres días, trabajando jornadas de 12 horas, para hacer la entrega final. Si los equipos tienen una capacidad de producción menor, este plazo puede extenderse hasta una semana.
El Frente de Todos tiene numerosas fuerzas aliadas en la Capital y en el interior debido a los “acoples”, por lo que la necesidad de obtener nuevas boletas afecta a un gran número de listas de legisladores, intendentes, concejales y comisionados comunales.
Para evitar problemas en el mercado local, algunos han buscado presupuestos en provincias vecinas, como Salta, donde también se utiliza el sistema de sufragio electrónico.
Sin embargo, incluso aquellos que logren asegurarse un turno con una imprenta en los próximos días deberán invertir sumas importantes de dinero.
El aspecto financiero también afecta a los líderes oficialistas. Aunque algunos armados podrían haber recibido ayuda para imprimir las boletas con la fórmula Jaldo-Acevedo, los dirigentes están preocupados por el impacto económico de esta situación.
Así, tomando valores estimados de mínimos, para adquirir un millón de papeletas -lo suficiente para cubrir dos padrones de la Capital- se deberá invertir unos $6 millones. Y si se trata de un armado con presencia en toda la provincia, el total puede rondar los $20 millones.