Sociedad
Tailandia: Los chicos contaron que cavaron pozos para intentar salir de la cueva


Los 13 niños contaron cómo vivieron sus 17 días dentro de la cuerva en el norte de Tailandia en la que quedaron atrapados en medio de las lluvias.
Los chicos, vestidos con sus camisetas de Jabalíes Salvajes comenzaron a jugar al fútbol delante de familiares y periodistas, lo hicieron para corroborar que se encuentran bien.
Los primeros en hablar fueron los adultos, los médicos que trataron a los chicos cuando fueron rescatados. “Están listos para volver a sus vidas. Aumentaron de peso, están estables emocionalmente”, dijo uno de los especialistas que trató a los jóvenes en el hospital de Chiang Rai. Luego, el teniente general y doctor que estuvo con ellos dentro de la gruta desde que los encontraron aseguró: “Hablan más, tienen ganas de comer cosas ricas. Están saludables”.
Después agarró el micrófono el único de los jóvenes futbolistas que sabía hablar en inglés, el que se comunicó con los buzos británicos que los hallaron. “Fue un momento milagroso”, dijo respecto al instante en que vieron a los socorristas y supieron que estaban a salvo. Asimismo, contó que primero escucharon voces, que por ello comenzaron a emocionarse, y que cuando vieron la antorcha de uno de los rescatistas confirmaron la buena noticia.
“Le dije ‘hola’, el también nos dijo ‘hola’. Preguntaron cuántos éramos y cómo estábamos. Dije que éramos 13 y que estábamos bien. Entonces él respondió: ‘Brillante'”, agregó el joven. “Estábamos muy felices, nos pidieron que nos calmáramos, nos preguntaron si sabíamos cuántos días hacía que estábamos allí y nosotros les dijimos que teníamos hambre”.
Otro de los que habló en la conferencia de prensa fue el entrenador de 25 años, Ekkapol Chantawong. ?l dijo que la excursión a la cueva la habían planeado, que una vez allí dentro vieron que el agua comenzaba a subir, que intentaron salir en ese momento pero que no lo consiguieron y por eso se refugiaron sobre la roca. También confirmó que todos sabían nadar y desmintió así las versiones de prensa que indicaban lo contrario.
El entrenador indicó que no tenían comida y que sobrevivieron tomando agua de las paredes de la cueva. “Con el paso de los días nos empezamos a sentir cansados y débiles. Nuestro entrenador nos dijo que nos mantuviéramos quietos para no gastar energías”, explicó uno de los Jabalíes Salvajes.
El más chico de todos, de 11 años, también habló y dijo: “Me sentía débil y había momentos en los que sentía mucha hambre, así que pensaba en comida”. Y otro de sus compañeros incluso contó que intentaron salir de la cueva cavando ellos mismo hoyos con piedras.
Fuente- La Nación